Aunque la esperanza parezca
desvanecerse… la belleza siempre surge en los lugares más inesperados.
Hace once años, el mundo de Amy se vino
abajo y decidió empezar a coleccionar objetos, cosas que le recordaban las
épocas felices de su vida. Ahora es una acaparadora compulsiva y su hogar se ha
convertido en un almacén repleto de tazas, jarrones y un montón de cosas que,
en realidad, no necesita. A este ritmo, acabará enterrada bajo una montaña de
trastos en su propia casa. Afortunadamente, la llegada de unos nuevos vecinos
la obligará a plantearse su modo de vida. Y por casualidad, un fortuito le
devolverá ese pasado que tanto ansía. Porque Amy todavía tiene un futuro que la
está esperando.