Mucha gente tiene como pasión escribir, pero se encuentra con la incapacidad de
ir más adelante en su afición al toparse con dificultades para publicar sus
historias o sus relatos. Es cierto que en la actualidad es cada vez más
accesible la autopublicación, pero aun así, la mayoría de autores noveles, o
los que ni siquiera quieren ser considerados autores sino simplemente publicar
un libro, optan por acudir a las editoriales como opción más cómoda.
En estos casos la dificultad radica en ser aceptado por
las editoriales, pues no todos los manuscritos que les llegan a sus
oficinas pasan el filtro de su aceptación. Los aficionados a la escritura,
en ocasiones, optan por caer en el desengaño y, hartos de los rechazos, se
dejan convencer por personas con pocos escrúpulos que acaban lucrándose de esta
ilusión.
Escribir el libro, el primer
paso
La primera tarea a realizar es escribir el libro y ahí
caben todo tipo de consejos, pero lo fundamental es escribir sobre una buena
idea, llegar a un número de palabras suficiente, y a partir de ahí hacer
varias revisiones sobre el borrador hasta alcanzar una versión definitiva.
Entonces, dejar que sean otras personas quienes lean el libro para ver si puede
tener salida. Una vez se obtienen las críticas de los primeros lectores,
introducir los cambios necesarios, y a partir de ahí, buscar un agente.
¿Qué aporta la figura del
agente?
Los agentes son figuras que actúan a modo de intermediario
entre el escritor y la editorial. Su presencia es casi obligada puesto que,
a no ser que tengas contacto directo con las editoriales, no es sencillo que el
manuscrito pase las primeras cribas.
Trabajar con un agente ayuda también a contactar con más
editoriales, establecer contactos dentro del sector y que el sueño de publicar
esté más cercano. Muchas editoriales consideran la presencia de esta figura
como un primer filtro de calidad. La contrapartida de trabajar con un
agente es que su labor conlleva asociada una comisión que puede rondar entre
el 15 y el 20% si el libro llega a publicarse.
¿Qué editorial es la más
adecuada para mi manuscrito?
Otro consejo importante es saber seleccionar bien la
editorial a la que se envía el manuscrito. Desde Editorial Mirahadas nos muestran una guía completa
sobre los pasos a seguir para llegar a publicar un libro, pero debemos tener en
cuenta que no todas ellas aceptan cualquier tipo de obra.
Están las grandes editoriales que disponen de sus propios
sellos especializados y un amplio número de opciones que tienen un estilo de
libros que suelen publicar. En cualquier caso, antes de enviar el libro es
aconsejable anotar todas las opciones, qué géneros publican, saber si aceptan
manuscritos, incluir el nombre de editor y conocer la forma de recepción de las
obras.
Enviar el manuscrito, otra
tarea importante
La forma de envío del manuscrito hasta cada editorial es
diferente. Unas desean recibir la obra compleao en PDF, otras en formato
Word, también están las que optan por una carta de presentación y
varios capítulos o varias páginas para hacer una valoración. Sea como fuere,
antes de dar este paso hay que saber bien esta fórmula y estar al tanto de si
en ese momento están recibiendo manuscritos, para no hacer un trabajo en balde.
En este punto es igual de importante el trato que se le
dispensa a la editorial. Vemos en este enlace que tas el envío hay que tener
un poco de paciencia hasta recibir respuesta y que es importante presentarse de
manera completa y utilizar un tono neutro, amable y correcto.
La propuesta editorial
El paso final, al menos el último que está en manos del
autor, es enviar una propuesta editorial, un requisito que solicitan
algunas editoriales y que sirven como anexo a la carta de introducción.
Por lo general, la propuesta editorial está conformada por el
nombre del autor y el título de la obra, dos o tres páginas a modo de sinopsis y
el argumento de la obra resumida en pocas líneas, el índice y dos capítulos
de inicio que enganchen y aspectos accesorios también relevantes.
Si dispones de cierto currículum como autor debes
incluirlo y que aparezcan menciones, premios o apariciones en medios. La
cuestión del mercado es igualmente interesante, pues si vas a proponer una obra
de un género que vende mucho o que está teniendo cierta aceptación, esto suma
puntos para que la obra sea publicable.
Por último es aconsejable incorporar las vías de promoción
y de contacto, como las redes sociales, si tienes un blog en internet
o si cuentas con contactos en el mundo literario más allá de tu agente.
Escribir y publicar un libro no es tarea fácil, pero es
posible si se pone empeño en ello. El consejo final es trabajar duro,
desarrollar paciencia y no perder la esperanza.
Sara Domínguez