«Entonces supe que iba a morir» de Fernando de la Cierva

 
 

Una fría y brumosa madrugada de febrero una mujer sufre una brutal agresión en un lugar apartado de la ciudad de Murcia. El inspector Óscar Ramos y la subinspectora Isabel Fajardo, miembros de la policía judicial de la UDEV, serán los encargados de la investigación del caso, cuyas pesquisas conducirán a otros sucesos similares ocurridos en otras ciudades del norte de Europa. Se trata de un viaje apasionante y lleno de sorpresas a los recovecos más oscuros del alma humana que no dejará indiferente a ningún lector.

 

Datos técnicos

Editorial: Ediciones Alfar (2022)

Nº de páginas: 334

Formato: Tapa blanda / Versión Kindle

ISBN: 978-8478989492

Precio: 20,85 € / 6,25 €


Impresiones

Hoy nos toca hablar de un libro editado por Alfar, atractivo tanto por su continente como por su contenido. Suspense y acción en torno a un caso ambientado en la ciudad de Murcia, telón de fondo que escoge el autor por nostalgia, por saber manejar allí los tiempos, por invitarnos a conocer los atractivos y los sabores de una localidad amable, de vista obligatoria. Sin embargo, la invitación no es gratuita pues los hechos narrados plantean dudas sobre la seguridad de sus calles, del Malecón… Habrá que solucionar tal obstáculo. Para ello contamos con un grupo de policías que dan la cara incluso cuando el caso que manejan amenaza con escapárseles de las manos.

Llama la atención el modo de redacción, un rondó de personajes que hablan en primera persona dando su peculiar versión de los hechos, fórmula siempre eficaz si sabe llevarse a acabo, como es el caso. De la Cierva demuestra que no es ajeno a la palabra y consigue hacerse con un mosaico de frases acertadas, ya sean presentadas en diálogos o en párrafos de calidad para conducir el autobús de conceptos que debe llegar a la estación a salvo, y lo consigue.

La novela escandinava, por la que estoy seguro que pierde los vientos el autor, está presente en el relato, de un modo velado que termina siendo descarado. Noruega, Suecia, Dinamarca y recuerdos para Henning Menkell, siempre en la memoria. Por otro lado, el hospital que sirve de nexo de unión a los personajes: víctimas, verdugos, jueces y testigos, del amor y del dolor, de las circunstancias…

Y en los detalles está la clave, como casi siempre, siguiendo el guion maestro de un género que gana adeptos día a día y que encuentra en la presente novela un ejemplo más para demostrar que sigue vivo, con buena salud. Una violación abre la trama y quién sabe cómo esta se cerrará. Lo que es seguro es que podremos disfrutar con una lectura interesante que bien pudiera haber alcanzado cotas más altas de complejidad con o sin el precio de hacerse menos asequible al gran público.

Otro tanto para el autor de Un invierno en Filadelfia y de la editorial que le da cobijo y cariño. Ahora seremos todos jueces y tras lectura, dictaremos sentencia.



Reseñado por Francisco Javier Torres Gómez


Si quieres hacerte con un ejemplar lo puedes hacer desde el siguiente enlace: Entonces supe que iba a morir

Publicar un comentario

0 Comentarios