El
crimen del dueño de una pizzería en la ciudad de Águilas, salvajemente
torturado, remueve viejas heridas del pasado, cuando sale a la luz que se trata
uno de los atracadores que participó el mayor robo de un banco en Italia hace
más de veinte años, cuando se llevó junto a sus compinches un cuantioso botín
de dinero en efectivo y documentos que implicaban a la Mafia y a la Cosa
Nostra. Toño y Sergio, dos policías de la ciudad mediterránea, tendrán que
enfrentarse a numerosas preguntas sin resolver. ¿Puede ser la Mafia la que ha
cometido el crimen?, ¿Serán sus antiguos compañeros? Mientras ellos están
empeñados en resolver el asesinato, alguien no dudará en matar a quien haga
falta por conseguir lo que busca…
Datos
técnicos
Editorial:
Malbec Ediciones (2022)
Nº
de páginas: 264
Formato:
Tapa blanda
ISBN:
9788412527452
Precio:
17,10 €
Impresiones
El bueno de Juan
Francisco, uno de los autores que más simpatía me despiertan de entre aquellos
a los que leo, vuelve a la carga con una novela de suspense ambientada,
principalmente, en su querida Águilas, una localidad costera levantina, en la
región de Murcia, que obligatoriamente debemos apuntar en nuestra libreta de
visitas obligadas. Yo lo hice, y lo haré si bien quizás no sigan mi ejemplo
tras comprobar el tipo de cosas que pueden ocurrir debido, por ejemplo, a una
curiosa conexión italiana que recuerda a la alemana en España, en Argentina o
en Brasil, pero a otra escala.
Escapar de la
mafia es difícil, aunque no imposible. Por si acaso, a portarse bien. El nombre
de Don Carlo impone, como también lo haría su figura si se plantara delante de
nuestras narices y nos exigiera lo que le viniese en gana. Menos mal que en Águilas
está La Trini, belleza y sensualidad aunadas en el armonioso conjunto de curvas
de la capo de las drogas del levante español. La riña está servida.
Malbec ediciones
apuesta por la obra de un policía metido a escritor o viceversa, un entusiasta
soñador que crea historias a partir de experiencias propias tamizadas por su
ingenio. Preciosa portada para una novela que cumple con los cánones del
género, que presta importancia a los diálogos y que pretende resultar
entrañable. De fácil lectura, presume de agilidad y ritmo y adolece de una
profundidad de caracteres que puede incluso pasar desapercibida.
Es fácil empatizar
con los personajes, que incluso trascienden la ficción para tomar prestado un
pedacito de realidad, la del autor. Es entonces cuando se antoja una pizza y en
Águilas resulta que después de dejar las maletas en el Valencia, podemos
reservar en el establecimiento de Federico y a disfrutar. Nada es lo que
parece, pero lo que parece no es nada sino un todo que puede hacernos vibrar y
hasta reír, quién sabe.
El pasado es muy
juguetón y tiene gran querencia por el presente, que cuando se hace presente
siente nostalgia, y recurre de nuevo al pasado con el fin de resolver
incógnitas, y de ellas vive el género por lo que leer esta novela puede
resultar interesante, claro que sí.
Livorno: Mafia.
Levante: La ruta del Bacalao. Murcia: Mazarrón, Cartagena, águilas y buena
gamba roja. No vaya a ser que los rojos sean nuestros mofletes al darnos cuenta
de que las cosas que se nos ofrecen no resultan ser lo que parecen. En cambio,
pensando en clave italiana, todo resultará más fácil.
Reseñado por Francisco
Javier Torres Gómez
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