Tras una experiencia traumática, y designado por sus superiores como «frágil», un demonio pasa sus días en un apacible convento distrayendo a los monjes de sus obligaciones religiosas. Su tediosa existencia termina cuando le encargan una nueva misión
Editorial: Red Key Books (2022)
Nº de páginas: 128
Formato: Tapa blanda
ISBN: 9788412543841
Precio: 14,20 €
Impresiones
Una nueva cita con los demonios, pero qué demonios… Diablillos traviesos, con muy mala leche, ejecutores de órdenes ante las que incluso pueden rebelarse, y ello no implica absolución. Su trabajo es quirúrgico y preciso. Entran en el huésped, actúan de la mejor forma que saben o pueden y comienza la lucha de poder con sus adversarios, entes con sus mismas virtudes, pero vestidos con distinto color.
El título, Infiltrado, no podía ser más acertado.
Desde luego, es esa la ocupación del protagonista, el mismo al que ya conocimos
con Próspero, o lo mismo se trata de uno de la misma calaña. Secuela de El Demonio de Próspero, se trata de un
libro de lectura independiente —si bien es conveniente que “penda”— que cumple
a rajatabla las mismas líneas maestras, directrices al fin y al cabo, de su
predecesor, creando un clima infernal en el que más que fuego lo que se estila
es humor negro.
No se trata a priori de un libro sencillo
y asequible sino que su escritura es culta y hasta enrevesada, marca de la
casa, en el marco de una gran edición, la misma a la que nos tiene
acostumbrados la el sello Redkey, uno de los que mejor trabaja y presenta en el
actual panorama nacional. Siguiendo su filosofía de trabajo, crean y hacen soñar,
dos puntos, y hasta un triple desde distancia, certero, sin rozar el aro de la
canasta.
Nuestro protagonista, tímido hasta cierto
punto, no desvela su nombre y narra en primera persona. De su discurso sabremos
en qué consiste ser “frágil” y las consecuencias que de dicho estado se
desprenden. Pasando sus días haciendo travesuras en un convento, de repente es
rescatado para cumplir una misión diplomática de calado. Su único adversario es
el famoso exorcista que no conoce a Mike Oldfield ni sus campanas tubulares, y
entonces pasa lo que pasa.
Propuesta literaria interesante, sobre
todo para los amantes del género fantástico. No obstante, la originalidad del
contenido y lo recoleto del trayecto narrativo permiten abrir las cortinas para
que sea el gran público, general, el que pueda asomarse sin problemas a los
garabatos impregnados en el papel, galimatías de sensaciones que no son fáciles
de definir.
Otro pequeño tesoro que anima a asomarse a
un catálogo que no deja de crecer y que convence. Lecturas para los más osados
y regalo de gran aceptación en un momento crítico en el que las historias
pueden ser el salvavidas de la monotonía que acecha ahí fuera, incólume, para
hincarnos el diente.
Más sabe el diablo por viejo que por
diablo…
Mientras tanto, un servidor se embarcará una
nueva aventura Redkey.
Si quieres hacerte con un
ejemplar lo puedes hacer desde el siguiente enlace: Infiltrado
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