Cuando Diego muere,
Adela, su única hija biológica, queda huérfana. Sus hermanos por parte de
madre, una cruel mujer que prefirió una vida oscura a la familia, tratan de
proteger a Adela de ella, Catalina, que reaparece años después reclamando la
herencia que cree que le corresponde y la custodia de la hija a la que no
conoce. Los hijos poco a poco irán rememorando su terrible niñez junto a su
abusiva madre. Y en especial Daniela, una mujer transexual que sufrió malos
tratos y rechazo continuado por parte de su madre, y cuyo único salvavidas fue
el difunto Diego.
“La Espera” es una
historia sobre la hermandad y la maternidad, y sobre la importancia de los
sentimientos más allá de las apariencias y de las reglas que impone la
sociedad.
Datos técnicos
Editorial:
autopublicado (2021)
Nº
de páginas: 250
Formato:
Tapa blanda
ISBN:
979-8490669197
Precio:
12,48 €
Impresiones
Curioso
título para curiosa novela, ópera perima, por cierto. Lo digo por la portada.
Ese columpio a contraluz deja muy lugar a la imaginación, y ya sabemos cómo
funciona esta.
Se
trata de un libro autopublicado en el que poco a poco, en modo epistolar
combinando la narrativa en presente y pasado se desgranan las vicisitudes de
una familia rota en la que la madre es la mala y los hijos las víctimas. Pero
lo verdaderamente interesante será descubrir cómo todo discurre como las aguas
revueltas de un torrente caprichoso hasta desembocar en un final emotivo que
justifica la llegada a la cumbre que este representa.
La
espera puede interpretarse de distintos modos, y precisamente esa es la excusa
con la que debemos abordar la lectura de un texto sencillo, sin alardes,
centrado en el argumento y en la caracterización de los personajes. Distintos
rayos que convergen en el centro, aunque este, cosas de la literatura, se
encuentre posicionado al margen.
Pasaremos
las páginas con fruición y nos será cómodo avanzar en la lectura. No nos
encontraremos con obstáculos lingüísticos de altura que supongan piedras en el
camino que tan cómodamente vamos consumiendo al penetrar en la historia
narrada, y llegaremos a la meta sabiendo que hemos pasado un buen rato, a pesar
de que la novela carece de atributos cómicos. Más bien es un canto a la
esperanza, esperanza soterrada que debe ser desenterrada para comprender su
verdadero significado.
La
autora se desenvuelve bien, aunque comete algunos pecados de quien se estrena,
pero le son perdonados. Su actitud y aptitud permiten otorgarle la absolución,
y más si conocemos de antemano que ya ha cocinado otro plato para que lo
degustemos, plato que pronto verá la luz.
Me
encanta realizar reseñas de autores nóveles pues en ellos está el futuro, un
futuro incierto, pero prometedor. Aquellos que no cuentan con el apoyo de las
grandes editoriales y, sobre todo, de la logística que solo posee el pez
grande, necesitan abogados de oficio que den luz a sus palabras, a la
concatenación de sentimientos que vuelcan sobre la hoja de papel para conformar
un objeto preciado que puede ser compartido, que quiere ser compartido, que
debe ser compartido. Es, pues, un placer poder reseñar obras como La Espera,
deseando a la autora toda la suerte del mundo.
Pero
la reseña no ha acabado todavía. Me parece muy interesante que una mujer aborde
temas delicados como la transexualidad, el abuso sexual o que describa tórridas
escenas de sexo aun cuando la novela se encuadre en un género muy distinto. Eso
es igualdad, feminismo bien entendido que invita y no repele. Para más inri, no
nos faltará el sacerdote, la prostituta, el rico empresario con buen corazón y
un hilo, rojo, que los une a todos y que nos otorga el diploma de titiriteros,
para que vayamos practicando. Al final, las cosas pueden cambiar si son
adversas. Si no lo creen, comiencen y, sobre todo, terminen de leer esta
curiosa novela.
Si quieres hacerte con un ejemplar lo puedes hacer
desde el siguiente enlace: La Espera
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