Tres parejas deciden pasar el puente de la Inmaculada
en un hotel rural de Palencia. A las 24 horas de llegar, se produce una
tormenta solar en la que el mundo, tal como lo conocemos hoy, deja de
funcionar. Para poder controlar a la humanidad y luchar contra el vandalismo y
la devastación en un nuevo mundo sin electricidad, agua ni comunicaciones, los
Estados se vuelven totalitarios.
Inmersos en este mundo
futuro sin esperanza, los protagonistas de
esta novela Nora y Jaime, luchan por mantener su dignidad y construir un mundo
mejor para sus hijos y la futura humanidad. Una tarea que no será fácil ya que
lo único que tienen para sostenerse es su amor.
Datos técnicos
Editorial: Editorial Biografias Personales (2017)
Nº de páginas: 278
Formato: Tapa blanda / Versión Kindle
ISBN: 978-8494658303
Precio: 12 € / 2,99 €
Impresiones
En esta ocasión, me traslado a un futuro
muy presente para realizar mi reseña literaria. Cristina Gumuzio no juega a
especular en su relato, sino que reflexiona acerca de lo que podría ocurrir si…
Efectivamente, una tormenta solar es una gran putada, como lo son las distintas
catástrofes naturales (solo hay que mirar a nuestro alrededor) y a partir de
ese punto nos muestra lo que les ocurre a los miembros de tres familias de
amigos que se ven sorprendidos por una inesperado apagón mientras disfrutan de
un agradable retiro en la preciosa localidad palentina de Aguilar de Campoo.
La protagonista termina convirtiéndose en
el alter ego de la autora, y su amor por la Farmacia nos preparará para lo que
podría ser tener que recurrir a la naturaleza, la misma que nos castiga, para
encontrar en ella el remedio de nuestros males.
Si bien se
podría integrar Tormenta solar en la corriente de novelas catastrofistas, como
lector me he sentido en un mundo bastante familiar en el que simplemente se
encadenan los sucesos para justificar la huída hacia delante de una mujer
fuerte enfrentada a unos sucesos para los que no está preparada.
Su marido, Jaime, se desdibuja
paulatinamente y finalmente decepciona en lo que debería ser una sorpresa más
que esperada. Tampoco se perfilan lo suficiente los personajes secundarios que
están llamados a cumplir su papel en la trama y luego ser sometidos a lo que
sea que esta les tenga preparado. Son dos aspectos que no terminan de convencerme,
pero que, en cambio, me permiten plantearme preguntas que sí son interesantes,
cuestiones que deberían de preocupar, y mucho, a quienes vivimos el día a día
con la inercia de la rutina, sin pensar que todo puede cambiar de un día a
otro.
He aprendido cómo de las plantas, por
medio de su destilación y distintos procesos de preparación pueden obtenerse
remedios útiles que podrían salvar vidas (y de hecho las salvan) con tan solo
aplicar los conocimientos farmacéuticos que la autora posee.
Cristina está a punto de sacar al mercado
su quinta novela y me he empeñado en leer las cuatro anteriores para poder
traerla a estas páginas y entrevistarla (si no se enfada con un servidor antes)
y estoy convencido que su trayectoria en el mundo de las letras tiene muchas
letras que grabar en nuestro corazón. De hecho, estoy deseando conocer su
peculiar “farmachip”, el cual estoy seguro que no me decepcionará. Pero vayamos
paso a paso.
Háganse con un ejemplar de Tormenta solar y jueguen conmigo a
imaginar situaciones, a anticiparse a los movimientos de la protagonista y
tengan cuidado si con esto de las subidas del precio de la electricidad asisten
a un apagón. Sin luz y sin comunicaciones dejamos de ser lo que somos y nos
convertimos en… Ustedes sabrán…
Eso sí, mientras
exista el amor, habrá una tabla a la que aferrarse.
Por cierto, es una novela en la que el
talento se da a valer, que no es poco. Visto lo visto, se trata de argumentos
suficientes como para ponerse a leer. Recuerden: la esperanza es lo último que
se pierde, pero si se pierde…
Reseñado por Francisco Javier Torres Gómez
Si quieres hacerte con un ejemplar lo puedes hacer desde el siguiente enlace: Tormenta solar
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