Quique es un chico de doce años apasionado por
el fútbol. Junto a su abuelo y su perro Lobi, nada le importa más que su
equipo, el Real Majéstic. Los hinchas del Majéstic alaban su entusiasmo. Cuando
la violencia y el fanatismo se mezcle con lo deportivo, Quique deberá decidir
si todo vale en la defensa de los colores de su equipo.
Datos técnicos
Editorial: Editorial Bambú (2011)
Nº de páginas: 96
Formato: Tapa blanda
ISBN: 978-8483431580
Precio: 7,60 €
Libros
infantiles, juveniles, de adolescentes… De vez en cuando, hay que cambiar. Uno
de los mejores regalos a la hora de leer con nuestros pequeños —y ya no tan
pequeños—, es el descubrimiento que vamos realizando de nuevos títulos, en este
caso los que les incluyen en su programa formativo escolar. Ellos leen y
cumplimentan sus fichas. Uno, como padre, tío, etc. los roba y se los lee —puro
vicio— disfrutando y haciendo de policía literario al mismo tiempo.
El presente
título, Sentir los colores, de Maria
Carmen de la Bandera, pertenece a la colección que la editorial Bambú dedica a
un tema específico —en este caso el fútbol— combinándolo con valores que
siempre deben ser inculcados. Si hablamos del “deporte rey”, los valores que se
deben aprender son el compañerismo, el respeto, la educación, la competitividad
sana y la deportividad. Hay que saber perder y reconocer tanto la victoria como
la derrota. Los fanatismos nunca son buenos, en ninguno de los ámbitos en los
que sean aplicados.
Quique, el
protagonista, es un chico inquieto que vive una tormenta sentimental provocada
por la separación de sus padres, en la que se escuda y a la que evita a un
mismo tiempo. Su afilón por el fútbol le granjea amistades y enemistades
—rivalidad mal entendida— hasta que descubre el lado oscuro y violento que se
esconde en esta cara de la moneda. Tendrá, pues, que reflexionar, aprender y
decidir. En eso consiste, en parte, hacerse mayor.
El Real Majéstic
es su equipo, y el campeonato de liga es largo. Victorias y derrotas que
repercuten en los estudios y en las relaciones, todo ello contado de un modo
sencillo, directo y didáctico mediante el cual, la autora consigue su propósito
divulgativo y educativo.
Con miles de
copias vendidas, se antoja un libro muy recomendable en las aulas, no solo para
que sean los niños de doce años los que lo lean sino para que los adultos
sigamos su ejemplo, que algo, digo yo, se nos quedará.
He tenido la
suerte de leer varios títulos de esta colección, muy asequible en precio y
fácil de leer, y la recomiendo encarecidamente a quienes aún no la conocen. Es
verdad que mi próxima reseña será más concienzuda, o no, pero quiero y debo
hacer una parada para compartir la reflexión que siempre debería guiar la
compra de un libro: «¿qué esperamos de dicho ejemplar?».
Por motivos literarios y de buen gusto se han evitado nombres propios conocidos, pero se ha conseguido armar un libro atractivo que, al fin y al cabo, no es más que un homenaje a todos aquellos que, con deportividad, sienten los colores de su equipo.
Reseñado por Francisco
Javier Torres Gómez
Si quieres hacerte con un ejemplar lo puedes hacer desde el siguiente enlace: Sentir los colores
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