El mundo que orbita alrededor de la pluma Juana Cortés Amunarriz
Tras las buenas críticas
recibidas por nuestros lectores, y estando de plena actualidad la novela de
esta autora de Hondarribia afincada en Madrid, en Libros que voy leyendo hemos querido acercarnos para
conocer, aún más si cabe, el mundo que orbita alrededor de la pluma de quien
nos ha seducido con su novela Los ausentes, publicada por Espasa a
principios de este extraño 2021. Es por ello por lo que nos hemos puesto manos
a la obra después de haber lanzado el guante y que, como una dama, nos lo haya
recogido y devuelto con la gentileza que caracteriza a Juana, a la cual
tutearemos si nos lo permite… Y ha dicho que sí.
No es tiempo de muchos
cafés (quitarse la mascarilla es deporte de riesgo) pero hay que agasajarla
como se merece y por ello le preguntamos qué desea beber, o comer mientras
contesta amablemente a nuestras preguntas:
-Una cerveza, ¿no?, que
me pillas a media mañana.
Juana, es difícil ser
original a la hora de entrevistar a una autora de moda, sobre todo porque no
nos gusta caer en la repetición. Haremos lo que podamos, pero si no conseguimos
ser originales, nos tienes que ayudar porque queremos, principalmente, saber
más de ti.
Juana Cortés Amunarriz
comienza a escribir… Muy pronto, siendo adolescente,
pero me costaba mucho. Era un dolor. Y los resultados no me convencían. A ratos
encontraba una voz que me hipnotizaba, pero al intentar llevarla al papel la
perdía. Y es que esta voz era rebelde, caprichosa y salvaje, a su manera. Tardé
mucho tiempo en domesticarla. Años y años. Tantos que, cuando empecé a salvar
escritos, ya tenía dos hijas
Y gana su primer premio
literario… En el 2002, fue un premio que convocó el
periódico 20 Minutos. Había que escribir medio folio. Me quedé mirando el
anuncio. ¿Tú no querías ser escritora? Pues escribe, solo es medio folio, me
dije. Y escribí.
Pero a la hora de
escribir tiene alguna manía, seguro. Queremos saber alguna de ellas. No, qué va, no tengo manías. Para mí escribir es un placer, y
también un acto de supervivencia, de resistencia. No tengo apenas tiempo, por
lo que aprovecho cada instante. Por eso voy directa, me concentro con
facilidad, me evado de lo que me rodea y dejo que la voz fluya. Eso sucede en
cualquier momento y en cualquier lugar, muchas veces en el metro, o mientras
espero en una cola. No necesito orden, ni una luz especial, ni velas aromáticas
o silencio. Si fuera así, no escribiría nunca.
Si hay que enfrentarse
al folio en blanco… Escribir es un proceso. Tenemos
que estar atentos para encontrar los estímulos y las ideas que nos motiven. Y
leer, ver películas, escuchar música, pasear, escuchar, soñar, inventar, todo
vale para ponernos en ese estado de ánimo que nos hace asomarnos al folio en
blanco. Creo que hay que incorporar el proceso de creación a nuestra vida,
llevarlo con nosotros, como cualquier rutina. Pero la escritura y el folio en
blanco es solo una parte. Hay mucho más que hacer: investigar, corregir,
trabajar esquemas…. En fin, siempre hay algo que hacer. Y yo suelo hacer lo que
me apetece en cada momento. Por eso trabajo en varios proyectos a la vez.
¿Bolígrafo, pluma o
lápiz? (no contemplamos computadora como opción). Boli bic azul, como en el cole.
Esa anécdota que te hace
reír al comenzar a escribir o mientras estás metida en faena: Tenía un personaje en un cuento infantil que había vivido en las
Antillas. Por error, escribí las Natillas. Aunque lo corregí, siempre al leerlo
me volvían las Natillas y no podía evitar una sonrisa. Me encantan las erratas.
Una letra equivocada y una frase se convierte en un desafío para la razón.
Tu producción literaria
carece, a primera vista, de ese toque picante que tan de moda está. Defiéndete. No, no, qué va… Cuando una historia pide sexo, escribo escenas
eróticas. Realmente no me cuesta nada escribirlas, pero no las meto con
calzador. No creo que toda novela tenga que tener sexo.
¿Novela o cuento? Cuento. El cuento es mi medio natural, pero la novela es un reto.
¿Se puede vivir de la
novela o del cuento en este país? Solo algunos escritores, muy
pocos, lo logran. Y normalmente viven también de otras actividades relacionadas
con la literatura; columnas o artículos en prensa, ser jurados de concursos,
dar talleres… Casi todos los escritores que conozco tienen otro trabajo que es
alimenticio.
Los grandes ausentes de
Juana son… Las personas queridas que ya no están
conmigo, los que siempre me faltan. Aquellos con los que a veces sueño y me
despierto con un nudo en la garganta.
Una novela que trata de
un modo especial el conflicto armado en el País Vasco. Cuéntanos que te empujó
a tomar esta decisión.
Yo quería escribir una
historia sobre el poder destructivo de la violencia en un personaje no
violento, en este caso, Leire. Cuando secuestran a su marido, ella inicia un
viaje para intentar salvarlo. Esa es la historia que quería contar, cómo Leire
se va rompiendo. De hecho, la novela parte de un relato mío titulado La mujer
partida.
Pero nada que ver con
los argumentos de Aramburu… El enfoque es totalmente
diferente: Patria es una novela social, nos muestra la historia de dos
familias, y Los ausentes es una novela negra. Creo que la intención de Aramburu
no tiene nada que ver con la mía; en su novela se muestra una sociedad con toda
la complejidad y la injusticia de lo que sucedió, en la mía investigo el
desarrollo de un personaje concreto. Sin embargo, en ambas novelas se muestra
la realidad de un momento, se intenta dar una visión global del País Vasco,
incluyendo a los terroristas, sus conflictos y sus vidas. Es este quizá el
único punto que tienen en común.
Al final todos pierden
algo ¿o no? Sí, por desgracia, todos pierden.
Sobrevuela la novela cierta fatalidad que anticipa el final.
Con Los ausentes pretendes… Hacer una crítica sobre la violencia. Pero a nivel personal a mí
me ha servido para verbalizar lo que en su momento fui incapaz de asumir y
cerrar una puerta que había quedado abierta.
Cuéntanos el antes y el
después de Los ausentes y sus repercusiones en Juana Cortés. Publicar con Espasa, grupo Planeta, ha sido una experiencia muy
interesante. El alcance de esta editorial no tiene nada que ver con el de otras
con las que he trabajado. El libro ha llegado a muchísimas librerías, la
promoción ha sido intensa… Y después de Los ausentes, veremos qué pasa. Yo sigo
trabajando duro.
Juana es una persona… tranquila, correcta, disciplinada, trabajadora. Pero cuando
escribo me transformo, me convierto en alguien más visceral y primario. Me
rebelo y afilo mi mirada para hurgar en lo superficial hasta descubrir las
carencias de las personas, las imperfecciones, las debilidades… Me alimento de
sus dudas, de sus mentiras, para crear mis personajes, imperfectos, a veces
frágiles, otras altivos, pero también maravillosamente humanos.
Si tuvieras que
convencer a nuestros lectores de que leyeran tu novela… (aquí tienes un gran campo sin abonar para ti sola) Los
ausentes es una novela trepidante, con un estilo ágil, muchos giros. El ritmo
impulsa a leer con avidez, a pesar del ambiente turbio y ese mal presagio que
planea sobre las páginas. No es un libro fácil de digerir, sino que invita a
reflexionar y a que el lector se haga preguntas.
No te queremos cansar en
demasía, es por ello por lo que te agradecemos tu visita virtual a este blog y
esperamos que te apuntes como seguidora, pues estamos seguros de que no te
arrepentirás. Eso sí, palabrita del niño Jesús de que nos avisarás cuando una
nueva obra de tu factura salga al mercado ¿Trato hecho?
Trato hecho. En junio
sale mi nuevo libro CENIZAS. Es un libro de relatos con el que he
ganado el premio Tiflos de la ONCE. Así que te tomo la palabra.
Te deseamos toda la
suerte.
Entrevista realizada por Francisco Javier Torres Gómez
1 Comentarios
Con lo del ritmo trepidante, agil y giros me ha convencido. A ver cuando me puedo hacer con el libro y le doy una oportunidad a esta autora tan maja.
ResponderEliminarSaludos
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