«El tiempo entre costuras» de María Dueñas
La joven modista
Sira Quiroga abandona Madrid en los meses previos al alzamiento, arrastrada por
el amor desbocado hacia un hombre a quien apenas conoce. Juntos se instalan en
Tánger, una ciudad mundana, exótica y vibrante donde todo lo impensable puede
hacerse realidad. Incluso, la traición y el abandono.
Sola y acuciada
por deudas ajenas, Sira se traslada a Tetuán, la capital del Protectorado
español en Marruecos. Con argucias inconfesables y ayudada por amistades de
reputación dudosa, forja una nueva identidad y logra poner en marcha un selecto
atelier en el que atiende a clientas de orígenes remotos y presentes
insospechados.
A partir de
entonces, con la contienda española recién terminada y la europea a punto de
comenzar, el destino de la protagonista queda ligado a un puñado de personajes
históricos entre los que destacan Juan Luis Beigbeder ―el enigmático y
escasamente conocido ministro de Asuntos Exteriores del primer franquismo―, su
amante, la excéntrica Rosalinda Fox, y el agregado naval Alan Hillgarth, jefe
de la inteligencia británica en España durante la segunda guerra mundial. Entre
todos ellos la empujarán hacia un arriesgado compromiso en el que las telas,
las puntadas y los patrones de su oficio se convertirán en la fachada visible
de algo mucho más turbio y peligroso.
Datos técnicos
Editorial: Booket
Nº de páginas: 640
Formato: Tapa dura / Tapa blanda / Versión Kindle
ISBN: 978-8408187608
Precio: 20,90 € / 9,45 € / 7,12 €
Sobre la autora: María Dueñas
Impresiones
El tiempo entre costuras es una apasionante novela sobre las aventuras,
y desventuras, de Sira Quiroga, una modista, excelente modista, por cierto, a
lo largo de los años comprendidos entre la Segunda República Española, la
Guerra Civil y la Segunda Guerra Mundial. La historia comienza en los talleres
donde trabajaba su madre, donde Sira entra también a trabajar desde muy joven.
Cuando Sira ya tiene novio, del cual está profundamente enamorada, con este
deciden comprar una máquina de escribir. Pero solo al entrar a la tienda y solo
con ver al hijo del amo de la tienda, de nombre Ramiro, Sira se enamora
ciegamente de él.
Entretanto, el padre de Sira, que vivía separado de su madre,
quiere conocer a su hija, porque siempre la había querido mucho y nunca había
tenido contacto con ella. Ella tampoco había mostrado interés en conocerle.
Hasta que un día le lleva a que conozca su padre por petición de éste. El caso
es que, como teme que un día los rojos lo matarán antes de la Guerra Civil por
ser un industrial rico, decide darle a su hija que nunca conoció una gran
cantidad de dinero en metálico y joyas.
El caso es que, como la Guerra Civil está a punto de estallar, deciden marcharse a Tánger, Sira y el novio que había conocido en la tienda de máquinas de escribir. Y se instalan en el Hotel Continental, uno de los lujosos de la ciudad. El caso es que estaban esperando la respuesta de la central de unas academias sudamericanas de gran prestigio para abrir una sucursal en Marruecos, o al menos esto es lo que le había hecho creer Ramiro a Sira. El caso es que nunca había tenido respuesta, o sí que la tuvieron, Ramiro nunca se lo había hecho saber, para tenerla siempre ilusionada con la apertura de la sucursal. El caso es que llega un día en que Ramiro se fuga con las joyas y el dinero. Desaparece de repente.
Eso sí, le deja una nota que le dice lo mucho que la quiere. Que
es lo mejor que le ha pasado en su vida. Pero la deja sin un duro, y con un
montón de deudas con el Continental. El caso es que ella, por pura
desesperación, desaparece del hotel y coge un autobús rumbo a Tetuán. Al
llegar, por la desolación por lo ocurrido con Ramiro se desmaya al bajar del autobús.
Despierta en un hospital custodiado por monjas, donde pasa un tiempo hasta que
ya puede vivir en una pensión, cuya propietaria, Candelaria la matutera, es un
personaje de esos que te los comerías a besos, por la energía y entrega que
pone en todo lo que hace. Cuando Sira ya está más o menos recuperada, va a
comisaria citada por el comisario y este le pone al corriente de las deudas que
ha contraído. Y aquí es donde empieza la historia de verdad.
La historia, la forma de narrarla, el estilo, los personajes, sus
grandezas y miserias, están excelentemente conseguidos. Me ha gustado tanto que
lo considero como uno de los mejores libros que he leído. Sin embargo, sí que he
encontrado a faltar un poco de descripción de cómo vivían los autóctonos
musulmanes marroquíes bajo el Protectorado español. Cuál era su cultura. En qué
trabajaban. Cómo se ganaban la vida (los pocos que se la podían ganar, claro.
Qué comían y bebían. Cómo les afectaba ser colonia española por mucho que se
llamara Protectorado, como si en vez de invadirles militarmente fuéramos allí a
protegerles. De quién.
Si quieres hacerte con un ejemplar puedes hacerlo desde el
siguiente enlace: El tiempo entre costuras
No hay comentarios:
Publicar un comentario
Recuerda visitar nuestra política de privacidad. Esperamos tus comentarios