⎯Juro que si nace una
niña, la mataré ⎯dijo Yin, blandiendo un
cuchillo herrumbroso.
La señora Wang sintió un pinchazo helado en el
estómago y se estremeció. Sabía, sin lugar a dudas, que su hijo decía la
verdad. La mujer de Yin estaba en el cuartucho de al lado, a punto de dar a
luz. Si traía una hija al mundo, la pequeña estaría condenada.
Estaba segura. La señora Wang era capaz de reconocer, con
total certeza, si su único hijo mentía o decía la verdad. Lo advirtió por
primera vez cuando Yin era un mocoso inquieto que empezaba a dar sus primeros
pasos. Veintitrés años después, su hijo se había convertido en el cabeza de la
pequeña familia de campesinos y, en todo ese tiempo, la señora Wang no se había
equivocado con él ni una sola vez. Por eso, al escuchar sus palabras, deseó con
todas sus fuerzas no haber poseído jamás ese don, convertido ahora en
maldición. Los sollozos de un bebé se escucharon al otro lado de la puerta.
⎯Juro que si es una niña, la mataré ⎯repitió Yin,
⎯Juro que si es una niña, la mataré ⎯repitió Yin,
Datos
Formato: versión Kindle
Longitud de impresión: 117
ASIN: B00Y19NA0S
Precio:
gratis
Impresiones
La
señora Wang es una mujer fuerte, inteligente y de gran sensibilidad, que para
su desgracia nació en una época y país donde ser mujer era una maldición más
que una alegría. Pero, aun así, ella supo adaptarse y sacar lo mejor en cada
momento de cada situación que le tocó vivir.
Siempre
lo tuvo difícil, trabajando de sol a sol sin descanso. Ni siquiera el día en
que tuvo a su hijo, fue diferente. Sin nadie que la asistiera en el parto, sola,
aterida de frío y con mucho miedo por los dos, le dio la bienvenida a este ser
para ella tan querido y especial, con el que estableció un vínculo único y muy
fuerte desde el primer momento y que no ha hecho más que intensificarse con el
paso de los años.
Pero
la vida o quizás las circunstancias, han convertido a su niño en un ser
despreciable que no conoce el amor. Está a punto de convertirse en padre, cosa que,
en otro lugar y época, sería un acontecimiento bonito e importante, para
celebrar en familia. Sin embargo, en la China de mediados del siglo XIX es
motivo de preocupación sobre todo para la madre y en este caso también para la abuela.
Su
hijo solo quiere un descendiente masculino, como nazca niña ya ha prometido
matarla. Así que la señora Wang tiene por delante la difícil tarea de convencer
a su hijo de que el sexo del bebé es indiferente, que tiene derecho a vivir
independientemente de su sexo.
La
señora Wang y las tres rosas de jade es una novela corta, muy dura y triste. La
idea está muy bien desarrollada y para lo corta que es, abarca varios temas de
gran relevancia de forma acertada, aunque no profundiza en ellos.
Reseñado por Sany
Si quieres hacerte con un ejemplar puedes hacerlo desde el siguiente enlace: La señora Wang y las tres rosas de Jade
La tengo porque estuvo gratis en Amazon y creo que la leeré en ese momento en el que busque algo corto, duro y triste. Gracias por sacarla del anonimato de muy Kindle
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