Los dioses de
la mitología griega, un recurso literario habitual
Los dioses de la mitología griega fueron venerados por los griegos y pueblos
cercanos durante siglos antes de la adopción paulatina del cristianismo. Son
muchos los dioses griegos que posteriormente encontraron una réplica en dioses
romanos con distinto nombre pero quizás estos últimos son los que más han
trascendido con el paso de los siglos.
Lo cierto es que los dioses de la mitología griega, que
según los antiguos griegos vivían en el monte Olimpo (Lee aquí más sobre el monte olimpo de
grecia),
han sido conocidos por cualquier generación posterior e incluso en la
actualidad son un recurso habitual en el mundo literario y cultural. No son
pocos los libros, obras de teatro o películas donde los dioses griegos aparecen
de forma recurrente.
Las relaciones entre estos dioses según la mitología
griega, las funciones de cada uno de ellos o las diferentes formas de adoración
a los mismos resultan tremendamente interesantes e incluso en la actualidad es
posible encontrar un renacimiento de la religión helénica. El helenismo como
religión ha resurgido de sus cenizas y en la actualidad más de 40.000
griegos han vuelto a practicar la religión de sus ancestros.
Pero, ¿cuáles son los principales
dioses de la mitología romana?
Aunque los principales dioses de la mitología griega son
doce, lo cierto es que algunos han sido usados con mayor frecuencia en la
literatura y todos conocemos sus nombres. En neopaganismo helénico es
politeísta pero presta especial atención en sus homenajes al dios Zeus. Los
dioses más importantes son los siguientes:
Zeus
Zeus es el padre de los dioses y los hombres y es
considerado el dios del trueno, del cielo y de la energía. Gobierna desde el
monte Olimpo como si fuera un padre de familia, tanto a sus hijos dioses como a
los semidioses. Los humanos se referían a él también como un padre, por
tratarse del rey de los dioses y por tanto del dios más importante. Es
el dios que supervisa el universo y el más venerado del conjunto de dioses
griegos.
Atenea
Atenea era la diosa griega de la guerra, de la estrategia
militar, de la habilidad, de la civilización griega, de la sabiduría, de la
justicia y de las ciencias en general. Ha sido una de las diosas más
veneradas en toda la zona mediterránea y su influencia llegó a todo el
norte de África y la península ibérica. Aparece como protagonista en multitud
de episodios mitológicos y era protectora y patrona de muchas ciudades, con
Atenas como la ciudad más importante.
Afrodita
Afrodita es una diosa griega muy conocida en la actualidad
porque se la conoce como la "diosa del amor". Es por ello que en la
música o en la literatura es frecuente encontrar referencias a la diosa
Afrodita, que era la diosa del amor y de la belleza para los antiguos griegos.
Lo cierto es que en la antigua Grecia el significado de "diosa del
amor" estaba más ligado a la sexualidad y el erotismo que al amor
romántico. Palabras como "afrodisíaco" o "venéreo"
vienen de la diosa Afrodita.
Apolo
Este dios era hijo de Zeus y era uno de los dioses más
temidos por los otros dioses según la mitología griega. Era conocido como el
dios de la curación y de la protección frente al mal, pero además era la
divinidad que atesoraba la razón, la armonía, la naturaleza, la perfección y la
belleza. Aunque también era el dios de la muerte súbita o de las
enfermedades y las plagas. Los marineros, pastores y arqueros lo consideraban
su dios protector.
Poseidón
Poseidón es el dios griego de los terremotos y de los
mares. Su veneración es una de las más antiguas dentro de los dioses romanos
y era considerado hermano de Zeus y de Hades según la mitología griega. Fue
uno de los dioses que más hijos engendraron y, al igual que Atenea, fue el
protector de un buen número de ciudades en la antigua Grecia. Su imagen es una
de las más reconocidas por el uso del tridente y aparece en numerosas películas
y libros de ficción.
Estos son algunos ejemplos de los dioses más poderosos de
la antigua civilización griega que son utilizados de manera habitual en la
literatura como recurso poético o como personajes mitológicos.
Enrique Garrote Dominguez